Oliver Twist

Título: Oliver Twist
Autor: Charles Dickens
Saga: No
Editorial: Punto de Lectura
Páginas: 677

Sinopsis: Oliver Twist malvive en un hospicio donde la escasa comida y los castigos corporales son norma. Empujado por el ambiente, ingresa en una banda de ladronzuelos dirigida por el avaro Fagin. Los bajos fondos de Londres son el escenario de este genial clásico universal que se ha adaptado tanto al teatro como al cine.

Opinión personal: Oliver siempre ha estado solo. Con una madre que murió en el parto y un padre desconocido, ha ido de una casa de caridad, a un hospicio, al hogar de un fabricante de ataúdes. En ninguno de esos lugares ha sido bien tratado. Cree que su situación cambiará cuando escapa a Londres, pero las cosas no hacen más que empeorar. Engatusado por Jack Dawins, el Ladino Fullero, se une a una banda de ladrones, al mando del avaricioso judío Fagin. 

Quitad al obispo su sotana o al celador su sombrero y sus galones, y ¿qué queda? Un hombre. Sencillamente, un hombre.

Tenía muchas ganas de leer algún clásico, y éste me pareció buena idea por lo mucho que me gustó la peli, aunque ya no me acordará de nada, por haberla visto hace tantos años. La verdad es que me ha gustado bastante y no ha sido tan pesado como esperaba, ni tan aburrido, ni difícil de entender. A ver, obviamente tiene un ritmo más lento que los demás libros juveniles que suelo leer, pero nada exagerado.

Si al agobiar y hostigar a nuestros semejantes dedicásemos un solo pensamiento a las tristes pruebas del error humano, que, como densas y pesadas nubes, se elevan al cielo lentamente, es cierto, pero no por eso con menos seguridad, para verter desde allí su venganza sobre nuestras cabezas.

En cuanto a la forma de escribir de Dickens, no me veo con derecho a decir nada, solo que me ha parecido perfecto. Tiene una forma de contar las cosas que sabe enseñar que todo tiene su moraleja, su sentido y te lo muestra como si fuera un secreto. La única pega es que a veces divaga y se va del tema y, claro, me pierdo y me cuesta más seguir el ritmo. Pero nada más. 

De los personajes, bueno, qué se puede decir. Geniales. Son estereotipos, pero con personalidad, no sé si me explico. Cumplen con las características de estos clichés, pero al mismo tiempo los rompen. 
Oliver es de lo más inocente, adorable, bueno que hay. Diría que es un reflejo de la inocencia de la niñez. He sufrido mucho por él, y me he alegrado al ver que, a pesar de todo, seguía siendo un niño.
De todos los demás no puedo decir más. Están perfectamente desarrollados. Consigues entenderlos, y también llegas a odiarlos. Mi favorito, de todo el libro, es Nancy. Es tan genial, con una personalidad única y una fuerza de voluntad impresionante. Me ha encantado ver que, aunque no ha sido bien tratada, sí tiene emociones positivas hacia los que les llevaron a su mala vida.

Poco a poco fue cayendo en ese sueño profundo que solo proporciona el sentirse libre de un reciente sufrimiento; ese reposo tranquilo del que da pena despertar. Si esto fuera la muerte, ¿quién querría despertarse de nuevo a las luchas e inquietudes de la vida, a todas las preocupaciones del presente, a sus ansias por el futuro, y, sobre todo, a los tediosos recuerdos del pasado?

De la trama ninguna queja. Sí es un poco lenta en algunas partes, pero por lo demás sabe combinar las historias de todos los personajes, además de añadirle intriga acerca de la procedencia de Oliver.

4/5 Mágico

Clásico YA, otro más para el bingo.